"Thriller Psicológico que indaga en nuestros deseos más profundos, donde nuestro verdadero "yo" toma el control".
Después de una de las sorpresas de año pasado como fue la fantástica "Prisioneros", Denis Villeneuve se atreve ahora con uno de los relatos más característicos de José Saramago, "El Hombre Duplicado", repitiendo con el actor Jake Gyllenhaal.
A partir de aquí el artículo como siempre puede contener Spoilers.
Adam (Jake Gyllenhaal) es un inestable profesor universitario que de pronto descubre la existencia de Anthony, un actor que es físicamente igual que él. Consumido por el deseo de conocer a su doble, Adam sigue la pista de Anthony y ambos se ven abocados a un obsesivo enfrentamiento que tendrá inesperadas consecuencias no sólo para ambos, sino también para sus respectivas parejas: Mary (Mélanie Laurent) y Helen (Sarah Gadon).
Estamos ante una de esas películas que tras su visionado no te deja indiferente. Es un film cuya historia pretende provocar al espectador, despertar una sensación que haga que le des vueltas a la cabeza mucho tiempo después de salir de las salas de cine. Esto se debe a que la película deja los suficientes acertijos para que el espectador saque sus propias conclusiones.
Ciertamente no es un film para el espectador medio, el cual pretende que le pongan ante los ojos un producto que le haga evadirse, que no le haga reflexionar, en definitiva, que le entretenga sin más para olvidarse por unos minutos de la rutina diaria.
Cada escena de la película esta impregnada con una atmósfera angustiosa, sórdida, oprimida y gris con la que es capaz de transmitirnos lo que siente en cada momento su protagonista. Este aire tan oscuro se ha conseguido gracias a un gran trabajo de fotografía donde se juega con el contraste de los colores negro y sepia y a una Banda Sonora compuesta por Danny Bensi y Saunder Jurriaans que provoca en todo momento una sensación muy asfixiante.
Una de las características de este film es la manera en la que está narrado, apenas hay diálogos, el ritmo es lento pero sin pausa y practicamente todo el guión se transmite en forma de imágenes, gestos y actitudes lo suficientemente intensas que hacen que se conviertan en los pilares que sostienen la película.
Según se va avanzando en el metraje nos damos cuenta que continuamente quieren confundirnos y lo que en un principio parece un clásico Thriller Psicológico se torna en una sucesión de temas donde tiene cabida la bipolaridad, la búsqueda de la identidad, la dualidad del bien y el mal, el blanco y el negro, el "yin" y el "yang". Todo esto esta presente hasta el punto de no saber que es real y que no lo es. Es un puzzle que hay que desglosar para llegar a su conceptual mensaje filosófico.
Esto se puede apreciar en el símbolo que presenta continuamente el film: la araña. Esa araña quimérica que va tejiendo su tela donde cada hilo representa un enigma y que solo cuando esté completa esa telaraña se podrá descifrar su significado dejando por el camino un ambiente aflictivo, aquejoso y sofocante.
Jake Gyllenhaal lleva todo el peso interpretativo ofreciéndonos una de sus mejores interpretaciones, sobre todo por el hecho de que en muchos momentos no se apoya en algún diálogo o en otro tipo de elemento como la Banda Sonora ya que la mayor parte del film se basa en miradas, gestos o imágenes con los que el actor debe transmitir. Es uno de sus papeles más complejos en el que el actor llega a convencer sin apenas recursos, apreciando claramente la diferencia entre dos personajes físicamente idénticos.
Mélanie Laurent y Sarah Gadon interpretan a la pareja respectiva de los dos personajes de Jake Gyllenhaal. Presentan claramente muchas diferencias entre ellas, una clara referencia a la distinta forma de ser y de ver la vida de los dos papeles de Jake Gyllenhaal, un aspecto que continuamente se ve reflejado en el film como es su trabajo, la casa donde viven, sus aficiones...
Así pues concluyendo, estamos ante un Thriller nada convencional que no es fácil de visualizar y que invita a la reflexión por su gran carga filosófica, no apta para todos los públicos, y recomendada para aquellos que acepten un desafío visual. Con un final lo suficientemente abierto que deja (si cabe aun) más preguntas que respuestas.
Lo mejor: Jake Gyllenhaal, la escena del DVD, el ambiente angustioso, un guión que invita a la reflexión, la fotografía, la Banda Sonora.
Lo peor: Confusa en muchos momentos, final demasiado abierto y abrupto, en algunos instantes es demasiado alegórica.
Calificación: 7,5/10
Estamos ante una de esas películas que tras su visionado no te deja indiferente. Es un film cuya historia pretende provocar al espectador, despertar una sensación que haga que le des vueltas a la cabeza mucho tiempo después de salir de las salas de cine. Esto se debe a que la película deja los suficientes acertijos para que el espectador saque sus propias conclusiones.
Ciertamente no es un film para el espectador medio, el cual pretende que le pongan ante los ojos un producto que le haga evadirse, que no le haga reflexionar, en definitiva, que le entretenga sin más para olvidarse por unos minutos de la rutina diaria.
Cada escena de la película esta impregnada con una atmósfera angustiosa, sórdida, oprimida y gris con la que es capaz de transmitirnos lo que siente en cada momento su protagonista. Este aire tan oscuro se ha conseguido gracias a un gran trabajo de fotografía donde se juega con el contraste de los colores negro y sepia y a una Banda Sonora compuesta por Danny Bensi y Saunder Jurriaans que provoca en todo momento una sensación muy asfixiante.

Según se va avanzando en el metraje nos damos cuenta que continuamente quieren confundirnos y lo que en un principio parece un clásico Thriller Psicológico se torna en una sucesión de temas donde tiene cabida la bipolaridad, la búsqueda de la identidad, la dualidad del bien y el mal, el blanco y el negro, el "yin" y el "yang". Todo esto esta presente hasta el punto de no saber que es real y que no lo es. Es un puzzle que hay que desglosar para llegar a su conceptual mensaje filosófico.
Esto se puede apreciar en el símbolo que presenta continuamente el film: la araña. Esa araña quimérica que va tejiendo su tela donde cada hilo representa un enigma y que solo cuando esté completa esa telaraña se podrá descifrar su significado dejando por el camino un ambiente aflictivo, aquejoso y sofocante.
Jake Gyllenhaal lleva todo el peso interpretativo ofreciéndonos una de sus mejores interpretaciones, sobre todo por el hecho de que en muchos momentos no se apoya en algún diálogo o en otro tipo de elemento como la Banda Sonora ya que la mayor parte del film se basa en miradas, gestos o imágenes con los que el actor debe transmitir. Es uno de sus papeles más complejos en el que el actor llega a convencer sin apenas recursos, apreciando claramente la diferencia entre dos personajes físicamente idénticos.
Mélanie Laurent y Sarah Gadon interpretan a la pareja respectiva de los dos personajes de Jake Gyllenhaal. Presentan claramente muchas diferencias entre ellas, una clara referencia a la distinta forma de ser y de ver la vida de los dos papeles de Jake Gyllenhaal, un aspecto que continuamente se ve reflejado en el film como es su trabajo, la casa donde viven, sus aficiones...
Así pues concluyendo, estamos ante un Thriller nada convencional que no es fácil de visualizar y que invita a la reflexión por su gran carga filosófica, no apta para todos los públicos, y recomendada para aquellos que acepten un desafío visual. Con un final lo suficientemente abierto que deja (si cabe aun) más preguntas que respuestas.
Lo mejor: Jake Gyllenhaal, la escena del DVD, el ambiente angustioso, un guión que invita a la reflexión, la fotografía, la Banda Sonora.
Lo peor: Confusa en muchos momentos, final demasiado abierto y abrupto, en algunos instantes es demasiado alegórica.
Calificación: 7,5/10