Bailey es el eje protagonista de ambas entregas. Después de que tres de los pacientes que ella había operado en un mismo día tuvieran tremendas infecciones, la apartan de toda responsabilidad médica mientras investigan el caso. El sentimiento de impotencia y culpabilidad de Miranda llega a conmovernos. Después de mucho indagar, se sabe que sí es portadora de un virus infeccioso de nombre ininteligible, aunque eso no ha causado las desgracias posteriores, sino unos guantes, aportados por Pegasus ,de dudoso material. El caso desemboca en una fuerte tensión con Richard, el exchief, su amigo del alma. Ella no da crédito a su falta de apoyo, haciendo que se resienta su amistad... habrá que esperar a ver si volverá a ser lo de antes. La que no volverá a ser lo de antes es ella misma, que en el 9x22 se encierra en su laboratorio ignorando a todos sus colegas. Al final, es su marido quien viene a "rescatarla" y darle su apoyo. Pobre Bailey, su mayor problema ahora mismo no es otro que el miedo, las dudas sobre si volverá pasar y el sentimiento de suciedad le pueden. Tenemos a una cirujana derrumbada, cuyo trauma quizás la aleje de los quirófanos una temporada. Apuesto a que sí, ya veremos.
Hablemos ahora de paternidades. Mientras Dereck y Meredith siguen en modo feliz, Grey decide que tendrá un parto natural, y para asegurarse de que todo salga según lo previsto necesita la ayuda de su incondicional, Yang, quiere que esté allí ese día, lo que no le hace mucha gracia a la cardióloga por razones un tanto escatológicas, aunque finalmente accede. Que gran diálogo el que mantienen con Karev sobre las parturientas y sus necesidades fisiológicas durante el parto (qué genial ese "So I poop on the table. It's part of the miracle of life". El otro al que se le nota a las leguas las ganas que tiene de ser padre es Owen, que sigue ejerciendo de tal, prácticamente, con el pequeño Ethan, cuya madre muere finalmente en el hospital mientras su padre sigue en coma. Christina se da cuenta de todo lo que se vuelca con el crío y le pregunta directamente si aun quiere ser padre, a lo que el contesta que lo que quiere es a ella. No acaban la temporada juntos, sino al tiempo.
Quienes acabarán juntos seguro (y no se que hace Shonda dando tantas vueltas y tan previsibles, aunque esa es precisamente su especialidad) son Jo y Alex. Él, perdidamente enamorado, ve como ella tiene intenciones de irse a vivir con su novio el ginecólogo. Karev mete la pata al darle detalles sobre el pasado de Jo, y se arma una buena que desencadena en un lío de órdago. En el 9x22, Jo y Karev se pasan todo el capítulo evitándose y casi sin hablarse, aunque los sorprendente llega en los últimos minutos: ella los espera en las escaleras de su casa, ¡con la cara toda mazada! Suponemos que no se ha caído precisamente de las escaleras, y que ha sido su novio quién lo ha hecho. Y yo me pregunto como un ginecólogo con pijama rosa puede causar tal paliza. En fin, lo interesante aquí será la reacción de Alex, porque suave, el chico, sabemos que no es.
Mientras, el puntito pasional lo ha puesto Arizona, que se siente de repente atraída por una nueva doctora que se incorpora a la plantilla, Lauren Boswell (interpretada por la guapísima Hillarie Burton, que pudimos ver en One Three Hill o White Collar). La médica flirtea descaradamente con ella desde el momento en el que pisa en Grey-Sloan Memorial Hospital, y a Arizona se muestra receptiva, aunque culpable. Ojo, que esto podría traer cola y desestabilizar a una de las parejas más queridas de la serie, ya que se ha sabido que el papel de Burton será recurrente. Como recurrentes son ya las idas y venidas de un dúo también con muchos fans, Jackson y April. Su acercamiento se va produciendo lentamente y, ahora que Matt ha cortado con ella, creo que falta poco para que se deje de tonterías y se centre en lo que de verdad estamos esperando: ¡verlos enredados de una vez!
Y para ara terminar, un inciso. Creedme si os digo que de los casos médicos que se inventa Shonda Rhimes (creadora) ya me espero cualquier cosa. Hemos visto amputaciones, reconstrucciones, accidentes masivos, enfermedades raras... pero lo de estos dos últimos capítulos ha sido la repera. Una familia entera con dedos mutilados después de jugar a tirar de la cuerda, y una mujer cortada por una sierra a la mitad después de un número de magia fallido (whaaaat?). Un día me animaré a hacer un recopilatorio de los casos más increíbles de la serie. Os aseguro que, de ocurrir en la realidad todo lo que lleva pasado en estas nueve temporadas, Seattle habría visto su población reducida a la mitad.
Os dejo con el adelanto del próximo capítulo, el penúltimo de esta temporada que se emitirá esta noche en EEUU: